Con el propósito de fortalecer y promover las capacidades técnicas de los pequeños agricultores, la Prefectura del Cañar desarrolló en la comunidad de Lavadel, de la parroquia Gualleturo del cantón Cañar, una nueva jornada práctica enfocada en la cosecha y distribución del biol orgánico elaborado a base de algas marinas, como continuidad del proceso de capacitación iniciado semanas atrás.

Hace aproximadamente un mes, la Prefectura dictó un taller sobre la elaboración de biofertilizantes orgánicos. Tras cumplirse el proceso de fermentación, en esta segunda fase se procedió a la cosecha del biol y a su distribución equitativa entre los 40 agricultores participantes, quienes ahora podrán aplicar este insumo natural en sus frutales, huertos hortícolas y otros cultivos de la zona.

Esta actividad forma parte del proyecto de inversión orientado al mejoramiento de la calidad de vida de las familias a través de la conservación de áreas naturales, el fortalecimiento de la cobertura vegetal y el incremento de la producción agropecuaria, mediante procesos permanentes de capacitación para una adecuada gestión de los recursos naturales.

Gerardo Valdez, coordinador del proyecto en la zona 2 de la provincia del Cañar, explicó que el biol elaborado a base de algas marinas es un fertilizante altamente nutritivo. “Este bio insumo está enriquecido con elementos esenciales como nitrógeno, fósforo y potasio, además de microelementos como zinc, magnesio y manganeso. Su aplicación fortalece el desarrollo de los frutales, huertos y cultivos de la zona, y promueve una agricultura orgánica que garantiza alimentos sanos y seguros para el consumo humano”, señaló.

Patricia Guillén, participante del taller, expresó: “Estamos aprendiendo a elaborar bioles orgánicos para nutrir nuestras plantas y ayudarlas a recuperarse. También hemos elaborado bioles para combatir plagas y enfermedades. Todo esto nos permite mejorar la alimentación de nuestras familias, especialmente de nuestros niños, porque los cultivos son orgánicos y más saludables. Pero también, estos conocimientos nos permiten ahorrar dinero, porque ya no dependemos de pesticidas y fertilizantes costosos”, enfatizó.

De igual forma, Luis Guillén, otro beneficiario, resaltó que estos procesos de capacitación incentivan un cambio hacia prácticas más responsables con la salud y el ambiente. “La Prefectura nos está motivando a volver a los cultivos orgánicos. Sabemos que los químicos afectan a nuestros niños y a toda la sociedad, y es conocido que en todo cultivo se utilizan estos productos químicos. Lo que se pretende con estas capacitaciones es que aprendamos a elaborar bioles y abonos orgánicos, utilizando los materiales que existen en nuestros campos, y de esa forma, tengamos una mejor producción y, sobre todo, podamos consumir alimentos más sanos”, manifestó.