Huertos familiares, una alternativa que contribuye a la seguridad alimentaria

El objetivo es que las familias dispongan de alimentos sanos que mejoren la nutrición de sus integrantes. También, que se convierta en una fuente de ingresos con la comercialización de los excedentes que producen.

A través de un trabajo mancomunado, en donde la entidad provincial apoya con los insumos agropecuarios, en algunos casos con semillas de varias especies, abonos, mallas para los cerramientos de los huertos, plantas frutales, medicinales, aromáticas, condimentos o animales menores; el GAD Parroquial con la asistencia técnica o también insumos; los beneficiarios con la mano de obra y reposición de las plantas tras la cosecha, se lleva adelante el proyecto de huertos familiares.

En la parroquia, en los últimos dos años, 590 familias se han vinculado a este proyecto. Entre ellos, 50 personas de la comunidad de San Pedro, a quienes se les entregó rollos de malla y alambre de púa.

David Romero, presidente del GAD Parroquial de Honorato Vásquez, expresó: “Nosotros siendo del área rural tenemos que fortalecer nuestra soberanía alimentaria. Para nosotros, la agricultura familiar campesina ha sido uno de los objetivos tan grandes. Gracias al trabajo conjunto con la Prefectura hemos podido generar desarrollo. Desarrollo no solo es la parte de infraestructura, también es que las familias de las distintas comunidades de la parroquia puedan sembrar y cosechar sus propios alimentos, sanos, agroecológicos”.

Añadió que es fundamental el trabajo interinstitucional porque se llega a un mayor número de familias de todas las comunidades y barrios de la jurisdicción parroquial.

Acotó que para la implementación de los huertos han seguido varias etapas, comenzando con la motivación y concienciación a los pobladores; capacitando en diversas temáticas, entre ellos, elaboración de abonos orgánicos; luego de ello se ha procedido con la entrega de los insumos, “eso nos ha dado la capacidad de que nuestros compañeros sean replicadores en las diferentes comunidades”, enfatizó. 

Liliana Encalada, beneficiaria de San Pedro, expresó que los huertos familiares son una experiencia enriquecedora porque no necesitan tener un terreno grande, sino en un pequeño espacio pueden sembrar una diversidad de productos, y con el asesoramiento técnico mejorar la producción y productividad. 

“Ahora la situación del país está muy complicada y la vida del campo es muy dura, pero este proyecto nos ayuda enormemente, porque con los productos que cultivamos tenemos para una alimentación nutritiva y equilibrada. También nos beneficia en la economía familiar porque se vende a los vecinos y a las personas que conocen que nuestros cultivos son orgánicos”, citó.   

COMUNICACIÓN SOCIAL – PREFECTURA DEL CAÑAR